En el mundo de la medicina la tecnología avanza a pasos agigantados y lo que hace unas décadas podría parecernos ciencia ficción ya es real. Dentro de este contexto, la cápsula endoscópica nos recuerda a una película de los años ochenta que se llamaba “El chip prodigioso” (también conocida como “Innerspace” o “Viaje insólito”). En esta, un grupo de científicos se miniaturizaba dentro de una cápsula para estudiar el interior de los seres vivos, aunque la historia se complica. Si aún no la habéis visto os la recomendamos, es muy divertida.
Volviendo a nuestro tema, actualmente tenemos la cápsula, pero sin necesidad de pasajeros ni de hacer complicados experimentos. Eso sí, solo para viajar por el sistema digestivo y con un nivel de complejidad relativamente básico. Para que nos entendáis, sería como tener un minicámara de fotos dentro de nuestro cuerpo.
Este sistema tiene grandes ventajas, aunque también algunos inconvenientes que os iremos contando a lo largo de los siguientes párrafos. Además, es un campo con enormes posibilidades y con el tiempo estamos seguros de que conseguiremos cosas increíbles. Por todo esto y mucho más os animamos a acompañarnos en este viaje por las zonas más oscuras del organismo.
Índice de secciones
- 1 ¿Qué es una cápsula endoscópica?
- 2 Tipos de cápsula
- 3 ¿Cómo funciona la cápsula endoscópica?
- 4 Indicaciones de la cápsula endoscópica
- 5 Contraindicaciones de la cápsula endoscópica
- 6 Preparación para una cápsula endoscópica
- 7 ¿Existen alternativas a la cápsula?
- 8 ¿Qué pasa con la cápsula endoscópica cuando acaba el estudio?
- 9 Nuestro consejo
- 10 Fuentes
¿Qué es una cápsula endoscópica?
Una cápsula endoscópica es un dispositivo tecnológico de pequeñas dimensiones que graba imágenes en el interior del tubo digestivo tras ingerirla. También se conoce como videocápsula endoscópica o videoendoscopia inalámbrica. Está especialmente diseñada para estudiar el intestino delgado, dada su longitud y las limitaciones de la endoscopia convencional para poder verlo entero. Además, también recoge algo de información del esófago, el estómago y la parte final del colon, aunque de forma menos precisa. Sin embargo, con el tiempo se han desarrollado modelos específicos destinados a valorar por separado el colon o el esófago, que comentaremos más adelante.
Respecto a sus capacidades, estas han ido mejorando desde su aparición en el año 2001, apoyándose en dos pilares básicos. Por un lado tenemos la imagen, cuya calidad y cantidad resultan fundamentales para poder hacer diagnósticos precisos. De hecho, actualmente las cápsulas emplean lentes sofisticadas de aumento que nos permiten ver la mucosa con todo lujo de detalles. Por otro lado está la batería, que debe durar lo suficiente para completar la exploración, sin que esto suponga un problema hoy en día.
Tampoco debemos olvidarnos del tamaño de la cápsula endoscópica, debiendo ser pequeña para poder tragarla y disminuir el riesgo de que se quede atrapada. Por ejemplo, los modelos actuales tienen unas dimensiones de 11mm de ancho y 26mm de largo. Además, debe contar con una fuente de luz que ilumine el intestino a medida que avanza. Por último, señalar que estas características pueden variar en función del fabricante y el modelo, aunque siempre cumpliendo unos requisitos mínimos.
Tipos de cápsula
Podríamos considerar que existen cuatro tipos diferentes de cápsula endoscópica, tres en función del segmento a explorar y una adicional de prueba para prevenir complicaciones. Las peculiaridades de cada una de ellas serían las siguientes.
- La cápsula de intestino delgado es la que se utiliza con mayor frecuencia y cuenta con las características que hemos comentado en el punto anterior.
- Seguimos con la cápsula esofágica, que por el contrario es la menos empleada, puesto que no tiene indicaciones claras y la gastroscopia es superior. En algunos estudios parece que podría tener utilidad en pacientes con una hemorragia digestiva alta para hacer un diagnóstico rápido. También se ha sugerido su uso para estudiar el reflujo gastroesofágico y sus complicaciones o para detectar varices esofágicas. En cuanto a lo técnico, esta cápsula tiene el doble de cámaras, una batería de unos 90 minutos y puede ver también estómago y duodeno.
- El uso de la cápsula de colon sí está más extendido. En general se emplea en aquellos casos en los que la colonoscopia ha sido incompleta o no se puede realizar por algún motivo, especialmente en pacientes con un test de sangre oculta en heces positivo.
- Por último, la cápsula de prueba o Patency es la segunda que más se utiliza. Tiene las mismas dimensiones que la cápsula normal, no graba imágenes y es biodegradable, disolviéndose completamente pasadas 40-80 horas tras la ingesta. Está indicada en pacientes con riesgo de obstrucción, ya sea por sospecha de estrecheces, cirugías previas, radioterapia o síntomas compatibles.
¿Cómo funciona la cápsula endoscópica?
Lo primero que se debe hacer, por lógico que nos pueda parecer, es encender la cápsula endoscópica. Simple, ¿Cómo íbamos a olvidarnos de darle al botón? Pero… ¡si no tiene botones! Y no, no es un truco de magia aunque lo pueda parecer. Bromas aparte, la inmensa mayoría de los modelos necesitan un aparato externo para poder empezar a funcionar. Además, este dispositivo será el encargado de almacenar todas las imágenes que la cápsula vaya grabando durante la exploración. También, para recoger la información adecuadamente, es necesario colocar varios receptores (normalmente una especie de cinturón) que van conectados al sistema externo.
Cuando tenemos todo el equipo preparado, es decir, la cápsula endoscópica sincronizada con el dispositivo externo y el cinturón puesto, solo quedaría tragarla. A partir de ahí comenzaría la grabación del estudio. Durante ese tiempo, salvo que estemos ingresados, no será necesario permanecer en el hospital, pudiendo llevar una vida relativamente normal. También podemos comer y beber, aunque se recomienda esperar al menos 2 horas para tomar líquidos y 4 horas para sólidos y fármacos. Pasadas entre 8-12 horas se retirarían los sensores y se descargaría la información del receptor en un ordenador, creando un vídeo que el médico debe revisar para emitir el informe final.
Indicaciones de la cápsula endoscópica
- La hemorragia digestiva es la indicación más frecuente para realizar una cápsula endoscópica, especialmente tras hacer una gastroscopia y una colonoscopia sin identificar la causa. Sería lo que conocemos como una hemorragia de origen oscuro, pudiendo usarse también como prueba inicial.
- La anemia es otro motivo habitual. En este caso es importante descartar lesiones vasculares como las angiodisplasias, que pueden producir pequeños sangrados sin que nos demos cuenta.
- Es útil en el estudio y seguimiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente en el tipo enfermedad de Crohn. Por ejemplo, podemos estudiar la presencia de úlceras o erosiones, descartar complicaciones e incluso evaluar la respuesta al tratamiento.
- También puede emplearse para estudiar el dolor abdominal, por ejemplo en pacientes que toman antiinflamatorios con el fin de descartar la presencia de úlceras.
- Por último la cápsula endoscópica, puede tener un papel relevante para detectar pólipos en pacientes que tienen poliposis hereditarias.
Contraindicaciones de la cápsula endoscópica
Generalmente muchas de las contraindicaciones para administrar una cápsula endoscópica son relativas, siendo necesario valorar cada caso individualmente. Además, como en cualquier procedimiento que realicemos, los beneficios deberán ser mayores que los riesgos. Tendremos que prestar atención a las siguientes situaciones.
- La demencia puede ser una limitación importante en aquellos pacientes que no quieran colaborar tragando la cápsula endoscópica. También cuando exista algún riesgo de que puedan dañar el equipo externo, impidiendo así que el estudio se pueda completar.
- Ante la presencia de alteraciones estructurales o motoras del esófago, puesto que la cápsula podría quedar retenida a ese nivel. Si sospechamos que puede existir este problema, por ejemplo en pacientes que comenten dificultad para tragar, será recomendable hacer un estudio previo con una gastroscopia. Además, en caso de detectar algún problema nos serviría también para dejar colocada la cápsula en el intestino delgado.
- El vaciamiento lento del estómago (gastroparesia) puede dificultar el paso de la cápsula al intestino. Al igual que en el caso anterior, se podría resolver colocándola mediante una gastroscopia.
- La presencia de estrecheces (estenosis) en el intestino delgado puede suponer un riesgo importante, dado que la cápsula endoscópica podría quedar retenida. Para evitarlo, ante cualquier sospecha se recomienda dar una cápsula de prueba llamada Patency antes que la definitiva.
- En caso de embarazo no se recomienda realizar el procedimiento salvo que no exista otra opción.
Preparación para una cápsula endoscópica
Al contrario de lo que sucede con otros estudios, en la cápsula endoscópica no existe un consenso sobre cuál es la mejor pauta de preparación. De hecho, por el momento ni siquiera disponemos de una forma objetiva de medir lo que se considera una buena preparación. Sin embargo, el objetivo sí está claro, no siendo otro que poder visualizar la mucosa con la menor suciedad posible. Para ello, se pueden emplear los siguientes métodos.
El ayuno de al menos 12 horas, es la medida más importante y la que cuenta con mayor acuerdo. Asimismo se pueden usar medicamentos como la simeticona (aero red, flatoril) para reducir las burbujas en el intestino delgado. Además, en algunos hospitales el método es similar a la preparación de la colonoscopia, aunque normalmente usando menos sobres, salvo que se trate de una cápsula colónica. En cualquier caso, siempre deberemos seguir las recomendaciones que nos den en el centro que nos solicita la prueba.
¿Existen alternativas a la cápsula?
La respuesta simple es que sí, existen métodos alternativos a la cápsula endoscópica para estudiar los distintos componentes del sistema digestivo. Sin embargo, cada técnica tiene una serie de ventajas e inconvenientes que se deben valorar para elegir el mejor procedimiento en cada caso. Por ejemplo, con la cápsula seremos capaces de visualizar la totalidad del intestino delgado en la mayoría de pacientes, con el inconveniente de no poder tomar muestras ni realizar ninguna intervención. Es decir, es un procedimiento puramente diagnóstico, además de no ser invasivo (salvo que tengamos que colocarla por endoscopia como comentamos anteriormente).
Para valorar el intestino delgado el procedimiento alternativo sería una enteroscopia, que es similar a una gastroscopia o una colonoscopia aunque empleando un tubo más largo de lo normal. Su principal inconveniente es que en muchas ocasiones no es posible ver todo el intestino, aunque sí podríamos tratar lesiones. También se podrían valorar pruebas radiológicas, aunque son muy imprecisas para detectar pequeñas alteraciones de la mucosa.
¿Qué pasa con la cápsula endoscópica cuando acaba el estudio?
Devolvemos el equipo en el hospital, nos dicen que está todo correcto y nos vamos a casa, pero… ¿y la cápsula?, ¡si la sigo llevando dentro! Esta situación se da con bastante frecuencia, pero tranquilidad, que tiene solución y la naturaleza es sabia. Al igual que todo lo que entra en nuestro cuerpo, la vía de salida de la cápsula endoscópica será la misma que la de los alimentos que tomamos, es decir, a través de las heces. Seguramente desde el principio nos habrán advertido de que tendremos que vigilar las deposiciones y rebuscar si es necesario hasta dar con la cápsula. El objetivo es asegurarnos de que no se ha quedado retenida en nuestro cuerpo, pues de lo contrario podrían aparecer complicaciones.
Si confirmamos la expulsión no será necesario hacer nada más y podremos tirar la cápsula, salvo que nos indiquen lo contrario. Por ejemplo, hay un modelo de cápsula que no tiene receptor externo y graba las imágenes en su memoria. Si nos han dado este tipo de dispositivo deberemos entregarlo de vuelta para que se pueda hacer el estudio.
Por el contrario, si ha pasado un determinado número de días y no hemos podido confirmar la salida será necesario realizar pruebas adicionales. Pese a esto es importante mantener la calma, pues no haberla visto no significa que no la hayamos expulsado. Para comprobarlo el estudio que nos harán será una radiografía simple de abdomen para ver si la cápsula está o si ya se ha ido.
¿Y si no he expulsado la cápsula?
Si tras hacer la radiografía se confirma que la cápsula endoscópica sigue dentro de nosotros consideraremos que está retenida. Generalmente esta situación no produce ningún síntoma, habiéndose comprobado que la cápsula puede permanecer durante meses o incluso años sin consecuencias para nuestra salud. No obstante, cuando esto sucede será necesario estudiar el motivo y determinar la mejor forma de resolver el problema.
A veces, si no existen alteraciones estructurales, es cuestión de tiempo que la cápsula salga por sí misma. En otras ocasiones se puede intentar extraer mediante una colonoscopia o una enteroscopia. Aun así, lo más frecuente es tener que recurrir a la cirugía, intentando tratar el problema de base además de eliminar la cápsula.
Nuestro consejo
La tecnología aplicada al mundo de la medicina no deja de maravillarnos, siendo la cápsula endoscópica un claro ejemplo de lo que podemos lograr. Actualmente es la mejor herramienta que tenemos para explorar el intestino delgado, ayudándonos a diagnosticar distintas enfermedades para poder tratarlas adecuadamente. Además es un procedimiento muy seguro y bien tolerado, con muy pocas contraindicaciones. Por desgracia su función termina ahí, no permitiendo por el momento realizar ninguna intervención ni tomar muestras.
Estamos seguros de que en el futuro sus capacidades se irán ampliando y mejorando. También es probable que sirva como base para otros sistemas en el marco cada vez más prometedor de la nanotecnología. En cualquier caso el panorama no deja de ser apasionante y nos sentimos muy orgullosos de poder transmitirlo y compartirlo con todos vosotros.
Fuentes
Upper gastrointestinal video capsule endoscopy: The state of the art. Clinic and Research in Hepatology and Gastroenterology. Marzo 2022.
Clinical impact of wireless capsule endoscopy for small bowel investigation. Experimental and Therapeutic medicine. Febrero 2022.
Evolution and New Horizons of Endoscopy in Inflammatory Bowel Diseases. Journal of Clinical medicine. Febrero 2022.
Diagnostic and therapeutic yields of early capsule endoscopy and device-assisted enteroscopy in the setting of overt GI bleeding: a systematic review with meta-analysis. Gastrointestinal Endoscopy. Diciembre 2021.
Video capsule endoscopy. Gastrointestinal Endoscopy. Abril 2021.
Small-bowel capsule endoscopy and device-assisted enteroscopy for diagnosis and treatment of small-bowel disorders: European Society of Gastrointestinal Endoscopy (ESGE) Technical Review. Endoscopy. Marzo 2018.